Para comenzar, siempre me ha sido complicado
enfrentarme a una hoja en blanco, soy más de imágenes que de palabras, pero
surge una necesidad de plasmar lo que siento y pienso que me hacen atravesar
esa barrera de lo íntimo y contar mi experiencia.
Quizás por egoísmo en un principio, para poder
liberar todo lo que llevo dentro y se cruza por mi cabeza, pero espero que también
pueda servir algún día a alguien mi experiencia y mi manera de vivir este
proceso.
Para quienes no me conocen, a grandes rasgos
siempre he sido escéptica a la medicina tradicional, parte de mis días los he
dedicado al estudio de diversas técnicas, a dar terapias emocionales, energéticas
y alternativas, que también he enseñado a muchísimas personas. Pienso que las
dos son compatibles y que son complementarias en todos los casos.
Somos muchísimo más que el cuerpo que
habitamos, creo que elegimos el envase y que en esa elección incluye que el
envase en algún momento se pueda estropear, a eso le llamamos comúnmente
enfermedad. Cuando somos víctimas de ella, la pregunta más común es ¿Por qué?,
cuando la pregunta correcta es ¿para qué…? y siguiendo al hilo de mis pautas, pensaba
que, si por lo menos hacía el intento de que eso tan grande que habita en mí,
conviviera armoniosamente con su envase; intentando cuidar mis emociones, controlando
mis hábitos y viviendo lo más coherentemente posible con mis creencias, este envase
se mantendría bien con poco mantenimiento. Sigo creyendo que es así!!! Pero de
momento mi envase a día de hoy ya está sin vesícula, sin útero y sin trompas, y
se han ido eliminando piezas que simplemente perjudicaban el buen
funcionamiento de mi envase y no podía mantener en su interior.
Tan “happy” como siempre y con muchos planes
a futuro, con temas por solucionar y algún que otro marrón porque estos nunca
faltan, después de un año duro con mucho trabajo, pandemia, confinamiento, un
2020 para la historia de la humanidad que no se olvidará, pero con muchos proyectos,
planificando un cambio de vida radical y más sano; me encontré una noche a
final de noviembre que al dar la vuelta de croqueta en la cama mi pecho
izquierdo giró como si en el interior tuviera una pelota de tenis, y dolió
significativamente, tan significativamente que esa misma tarde acudí a mi
doctora en el ambulatorio. Primer diagnóstico una mastitis por la presunta
inflamación, pero que por fortuna en ningún momento me recetaron antibióticos,
buscamos una cita urgente para mamografía, pero imposible conseguirla gracias a
mi amigo el covid que tenía los hospitales a medias y las citas colapsadas, ni
con petición de urgencia, pero mi maravillosa doctora se tomó el tiempo de
buscar; de hospital en hospital alguno que me atendiera lo antes posible, y así
empezó mi mes de diciembre con paseo va y viene a puerta de hierro.
Un rápido y encadenado proceso de citas en
medio de las fiestas navideñas que me hicieron pasar por el gine, y luego por mi
primera experiencia de mamografía, y ahí sí que dolió, una mañana de aquellas
que dices; lo poco que he escuchado no se parece ni por asomo a lo que esta
máquina me está haciendo pasar, y que seguramente quien la invento no fue una
mujer, y lo digo solo por sarcasmo, ya que no recuerdo dolor igual… No han
dolido más las contracciones!!!
Empezaba a pintar muy mal la cosa, dado que
pasaron unos cuantos médicos por allí y termine en una camilla para una urgente
ecografía, y si te miran por espacio de 40 minutos ya sabes que aquello se está
complicando, y lo mejor es cerrar los ojos y ponerte a meditar; algo que me ha
ayudado infinitamente para soportar los días que he pasado de múltiples pruebas.
Cuando crees que ya van acabando te dicen como quien no quiere la cosa; para
que no tengas que volver, por si acaso y te interesa, tenemos un hueco y te
podemos hacer la biopsia, solo serán unos pinchazos un poco molestos, en
castellano te sacaremos cinco trocitos de tu pecho y te iras a casa el 29 de
diciembre a celebrar el año nuevo.
Siendo sincera conmigo misma sabía que la
cosa no pintaba bien, pero no me preocupó en absoluto, seguí mi vida normal
como espero poder seguir haciéndolo, y con nadie comenté las impresiones que
llevaba, más que nada porque por solidaridad nadie me diría oye si, está jodida
la cosa, y descarte la posibilidad de cualquier debate incluso conmigo misma,
si aquello ya estaba allí, poco podría hacer más que mantener la calma en mi
corazón y confiar que todo tiene un propósito aunque este sea difícil de
comprender, las cosas no me pasan a mí, pasan por mí y si bien es importante el
continente, hay que relajar el contenido, yo no estoy enferma, es mi envase el
que tengo que reparar, contrario a lo que todos pueden pensar, siento mucha paz
respecto a lo que sucede a mi cuerpo, hay cosas infinitamente peores que hieren
el alma, pero que no voy a mencionar, porque de algo estoy convencida y es que
en este momento soy solamente yo y mi circunstancia, sin olvidar el mal trago
que estarán pasando las personas que me quieren y me rodean, pero para esto
quiero que entiendan que con un estoy aquí y respeten mis momentos y decisiones
sin cuestionamientos y sin juzgar es suficiente para seguir con mi nuevo cambio
de coordenadas.
Retomando el curso del acontecimiento, el
resultado de aquello estaría disponible el martes 12 de enero 2021 que encima “la
filomena” (para quien no sabe quién es la fulana, es la tormenta de nieve caída
en Madrid el fin de semana de reyes del 2021) lo vino a complicar. Acudí
al hospital sin saber si el coche saldría triunfante del pueblo, sin saber lo
que se podría encontrar en el camino y si podríamos llegar, como llegábamos,
y la siguiente incógnita era si también lo había podido hacer el doctor.
Después de una larga mañana de espera llega mi turno y el momento de la verdad,
esa que creo que nadie quiere escuchar ni para lo que se está preparado, aunque
haya previas sospechas siempre quedaba la duda por lo que no se da nada por
sentado. Entrar en consulta y que aún estando prohibidos los acompañantes por
pandemia, te manden a buscarlo, ya no son buenas noticias, su cara no podía
decir mucho porque entre la mascarilla y la poca luz solo podía leer su mirada
y no era precisamente la de darme la enhorabuena.
Se confirman las sospechas, su tumor es
maligno, tiene un triple negativo que en su momento no entendí, pero pienso
explicar cuando lo entienda mejor, traduce algo así como un cáncer genético,
hereditario, curable solamente con quimioterapia ante el que no podía haber
hecho nada, pero que está muy avanzado.
Después de la respectiva encuesta, pregunta
va, pregunta viene y de escudriñar en mi familia, enfermedades, afecciones,
alergias y evolución de mi regla, se hacían algunos silencios mientras mi mente
trataba de encajar la noticia. Intentaba prestar atención a lo que decía, pero
el buscaba o es mi percepción una reacción mía, a lo que no pude dar respuesta
por que se me quedo cara de póker, que con la mascarilla no podía ver y mis
ojos solo le instaban a que se explicara un poco más. Habló un largo rato, preguntó todo lo preguntable en estos casos y como seguía sin reacción, se le ocurrió
decirme... "te aconsejo que te cortes un poco el pelo ya que lo que mas preocupa en estos casos es que se te va a caer" y ahí si me entraron ganas de llorar, pero no
lloré, mi pregunta fue…
Y ahora que?
Algo que quiero añadir antes de continuar y que leí por casualidad, causalidad o simplemente predestinado para este momento, y que he compartido en muchos de mis talleres; es la fábula del gato y el ratón de Fontaine algo modificada que decía; el cáncer es como el gato al ratón, el ratón la mayoría de las veces no muere por que se lo coma el gato, muere por el miedo y estrés que le produce el verlo. Así que... "Carpe diem"
Mucha fuerza! Nos vas a tener a tu lado durante este duro camino que te ha tocado recorrer
ResponderEliminarKlau tu puedes con esto, de eso estoy segura. Si me necesitas no tienes más que silbar y estoy en un periquete para lo que necesites. Un abrazo. Virginia Sri Lanka
ResponderEliminarComo decia aquella csncion: " A tu vera, siempre a la verita tuya"
ResponderEliminarEstamos ahi, tu proceso tambien es el nuestro, somos Uno. Gracias pir compartirlo. Un abrazo de Ser a Ser
Lola Sri Lanka
Hola Claudia un abrazo fraternal, bendiciones y esta etapa mas en tu vida es un escalón mas para tu desarrollo espiritual, avanza como siempre lo has hecho en todos los retos que se te han puesto en el camino, no dudes aca tienes un amigo para apoyarte.
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